martes, 3 de noviembre de 2015

El procedimiento fotográfico


La luz cae sobre la película en forma de una imagen del objeto. Dicha imagen es un arreglo ordenado de distintas áreas que varían en tamaño, contorno y brillantez, en relación directa con las partes del objeto visto y enfocado por el lente.

Al caer momentáneamente la imagen de luz sobre la emulsión fotográfica, reproduce en ella un efecto invisible que se conoce con el nombre de “imagen latente”. Logrado haber herido la emulsión con la imagen de luz se ha cumplido la primera etapa del procedimiento fotográfico. La cámara tiene como fin captar imágenes sobre una capa delgada de emulsión de sales de plata, sensibles a la luz.

Captada la imagen con la cámara el siguiente paso es someter la emulsión fotográfica a un tratamiento químico, con el fin de convertir la imagen latente invisible a una imagen visible y permanente. Esto se logra mediante la acción química del revelado. La solución reveladora actúa multiplicando por cientos o miles de veces la acción de la luz, desarrollando así una imagen visible. Una vez terminado el revelado, la imagen en la emulsión se fija permanentemente por medio de un baño fijador y, a continuación, se lava y seca. La imagen ya seca que ahora existe con riqueza de todo detalle en la capa de la emulsión de la película o placa, según el caso; se conoce con el nombre de “negativo”. 

Se le denomina negativo debido a que todos sus valores tonales se encuentran invertidos. La negativa o el negativo es oscuro en aquellas áreas en donde el objeto es claro y es muy transparente en las áreas en donde el objeto es más oscuro. Como que niega los tonos y brillantez del original es muy apropiado llamar la imagen negativa. 

Habiendo completado la etapa de producir la negativa se habrá transcurrido sólo la mitad del camino del procedimiento fotográfico. El negativo por sí mismo no nos es útil en sentido de ser una fotografía; pero de ella podemos obtener la fotografía o fotografías finales sacando impresiones o copias de la negativa.

Para sacar copia de un negativo, este debe colocarse sobre un cristal y sobre el negativo una hoja de papel fotográfico sensible a la luz, el papel fotográfico debe tener contacto directo con el negativo.
Esta fotografía nos enseña los valores invertidos de una negativa

Tal empalme se somete a la acción de luz dejándola pasar primero a través del cristal de la copiadora y en seguida a través del negativo y así llega a herir la luz durante un corto intervalo la superficie del papel emulsionado sensible a la luz. Mediante tal arreglo se logra obtener una imagen latente en la emulsión del papel. 

La imagen en la emulsión del papel será el efecto de la intervención al paso de la luz a través del negativo según la variación de opacidad en sus distintas áreas. La hoja de papel expuesta se revela en forma semejante al negativo en la cámara. Por medio de una serie de baños: revelado, enjuague, fijador y lavado; se logra una copia de la imagen del negativo en la emulsión del papel. A la impresión o la copia del negativo la denominamos “positiva” ya que sus valores tonales concuerdan correctamente con las del objeto fotografiado. La copia es de tono claro en donde el objeto original fue claro y es de tono oscuro en donde el objeto fue oscuro, y así, en proporción, su escala tonal representa una réplica exacta de la escala tonal del objeto.
Esta fotografía nos enseña los valores de una positiva
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